lunes, 4 de febrero de 2013

¿A quién no le gusta respirar polvo?


Todos nos hemos levantado hoy con la sensación de tener la garganta tocada, y como dice un amigo, más asfixiados que un bulldog francés, pero ¿a qué se debe esta sensación?

Se trata de un fenómeno meteorológico denominado "calima" que consiste en la presencia de partículas muy pequeñas polvo en suspensión en la atmósfera, debido a las tormentas de arena provenientes del Sáhara.

Como efecto inmediato y en función de su densidad, produce una disminución en mayor o menor medida de la visibilidad y la aparición de molestias en ojos, nariz y garganta.

Si es persistente o abundante, al cabo de unos días suelen aparecer otros síntomas como broncoespasmos, crisis respiratorias y asma. Su desaparición está condicionada por los cambios en la presión atmosférica, que puede dar origen al viento o a la lluvia.

Esperemos que aparezcan los aclamados vientos alisios.

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