Las condiciones de viento que han reinado, junta a los medios naturales que brinda el entorno, y al suave clima que acaricia a las islas canarias, hace que todos los que disfrutamos del deporte de la vela, hayamos disfrutado al máximo durante este fin de semana.
Tan sólo en contadas ocasiones, la meteorología nos brinda un fin de semana tan bonito y perfecto como el que nos ha dispensado durante estas últimas tres jornadas, y más cuando el parte no era nada halagüeño.
La actividad ha sido incesante, y las jornadas de entrenamiento muy fructíferas, habiendo podido ejercitar con todo tipo de vientos y ola.
La jornada del viernes comenzaba a las 16:00, con los hermanos Rodríguez, que eran los primeros en salir al agua, y empezar disfrutar de un viento fuerte de dirección sur, con una ola de fondo muy larga. Entre pruebas de velocidad, a medida que transcurría la tarde, el viento fue amainando hasta tal punto que tuvimos que volver a tierra remolcados.
Durante la jornada del sábado, daba comienzo como ya es costumbre, el Trofeo Comodoro, el primer trofeo del año en el R.C.N. de Gran Canaria. Al que aún restan dos jornadas completas de regatas.
Los regatistas se encontraron un viento de dirección sur, y una ola no muy larga, pero bastante alta, lo cuál convertía las empopadas en auténticas pistas para planear.
Se disputaron tres regatas, con recorrido exterior, y aunque las tres pruebas estuvieron muy disputadas, finalmente fue Nahuel Rodríguez el que se alzaba con la primero posición en todas las pruebas del día, gracias a la buena velocidad que logró desarrollar en rumbos abiertos. Coqueteando con los puestos de cabeza estuvieron Tono Cáceres, Kevin G., LuisFer Álamo y Joel R. Mientras que las niñas, que se veían lastradas por la intensidad de viento, parecían tener su propia pelea unos pasitos por detrás de los primeros clasificados.
La jornada del domingo no tenía un comienzo muy esperanzador, ya que mientras los regatistas se encontraban envergando sus embarcaciones, la bahía parecía un auténtico espejo. Aún así, decidimos salir al agua, y con el primer barco que tocaba el agua, comenzaban a saltar las primeras rachas, para finalmente entablarse un viento que oscilaba entre los 15 y los 18 nudos de intensidad, y un mar completamente plano.
El día se dedicó a trabajar la táctica, en un triángulo olímpico situado por encima del boyón amarillo, a la vez que se hacía especial empeño en la técnica y la conducción de las embarcaciones.
El día se dedicó a trabajar la táctica, en un triángulo olímpico situado por encima del boyón amarillo, a la vez que se hacía especial empeño en la técnica y la conducción de las embarcaciones.
En definitiva, ha sido un fin de semana muy completo, en el que los regatistas han entrenado a un altísimo nivel de cara a prepararse para realizar el mejor papel posible en los campeonatos que se aproximan. Agradecemos gustosamente la ayuda incombustible que nos brinda Manolo Pazos, al que llevábamos desde el Camp. de España sin ver en el agua.
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